La sociedad está inmersa en un vertiginoso cambio gracias al desarrollo e implantación de las nuevas tecnologías digitales y de comunicación, que están revolucionando todos y cada uno de los aspectos de la sociedad actual. La sociedad de la información está dando paso a la sociedad digital, en la que las alternativas tecnológicas se configuran como un nuevo “ecosistema digital” en el que ya se han instalado y asimilado conceptos que redefinen los distintos aspectos de la nueva sociedad.
Estos cambios están generando muchas oportunidades de mejora en la calidad de vida de los ciudadanos, que tienen a su alcance un sinfín de posibilidades nuevas hasta hace poco impensables. Pero también han surgido nuevos riesgos, peligros y amenazas que podrían comprometer un desarrollo sostenible de este ecosistema en el que todos nos desenvolvemos actualmente.
Líneas de investigación
Las tecnologías digitales debieran facilitar una sociedad más participativa y transparente: en definitiva, más abierta. La red permite poner la información al alcance de todos, por igual, evitando las asimetrías. De ese modo, debería favorecerse una participación ciudadana más activa, así como la libre competencia, y facilitarse las decisiones en igualdad de oportunidades.
Sin embargo, el ciberespacio (ese nuevo common o bien común que hemos creado) se nos muestra también como lugar idóneo para las concentraciones de poder y posiciones de dominio, para los ataques masivos y la manipulación producida por las fake news. Es un espacio en el que también pueden generarse y amplificarse situaciones de riesgo o desigualdad para grupos especialmente vulnerables: niños y adolescentes, personas en riesgo de exclusión social, etc.
Para seguir aprovechando las oportunidades y minimizando las vulnerabilidades propiciadas por la sociedad digital, la colaboración abierta (crowdsourcing) se está mostrando como uno de los mejores aliados para su sostenibilidad.
Las tecnologías más disruptivas provocan nuevas formas de trabajar y nuevas formas de negocios y estos, a su vez, demandan nuevas formas de regulación. Comenzando por la regulación laboral y fiscal, la transformación digital ha convulsionado todo el mundo jurídico (la contratación civil y mercantil, la protección de la propiedad intelectual, el derecho internacional y los conflictos de leyes). Pero sobre todo nos plantea qué derechos fundamentales se ponen en juego en una sociedad en la que la intimidad parece cada vez más desprotegida.
Para poder discernir el alcance de los interrogantes que se presentan es necesario definir también (y seguramente de forma previa) los límites en los que queremos que se desenvuelva el desarrollo de la inteligencia artificial, diseñando los escenarios en los que las personas humanas podamos convivir con las personalidades artificiales de un modo sostenible.
Las nuevas tecnologías proporcionan un desarrollo indudable de nuestra capacidad de análisis y de la imaginación en los procesos de aprendizaje, abriendo un enorme terreno de posibilidades relacionadas con un aprendizaje más colaborativo y participativo.
Ahora bien, el mayor énfasis a la hora de poner el foco en la dimensión analítica de la inteligencia no siempre se ve acompañado por un adecuado desarrollo de otras capacidades clave en el proceso de aprendizaje, como pueden ser la visión de conjunto o la memoria. Un exceso de análisis puede provocar serias lagunas en los criterios de ponderación. Y la comparación entre la memoria humana y la más propia de la inteligencia artificial conduce a nuevos retos como el derecho al olvido.
Sin duda, es preciso no perder de vista el conjunto de facultades cognitivas y volitivas puestas en juego en los procesos psicológicos básicos para evitar atrofias e hipertrofias; aprender a aprender y la capacidad de motivación resultan cada vez más críticos en todas las etapas y ámbitos de la vida. Pero sobre todo debemos estar alerta para no confundir fines y medios, no sea que el crecimiento en las nuevas competencias digitales demandadas en todas las profesiones se vea acompañado por la propuesta de unos fines sociales cada vez más raquíticos y menos sostenibles.
Por otra parte, la sociedad digital no instaura sólo (ni principalmente) un conjunto de nuevos canales para intercambiar bienes y servicios (entre los que la información es quizás el más crucial). Principalmente modifica nuestro modo de relacionarnos, y eso produce un cambio de modelos y de paradigmas, propios de una sociedad de redes y una economía en la que las redes de valor sustituyen a los procesos secuenciales.
La gestión del compromiso entre los consumidores y cualquier marca (ya sea de un producto, cualquier bien de consumo, o una marca personal) adquiere una dimensión insospechada, completamente relacional y referencial, lo cual favorece además procesos de generación de valor (y de pérdida) con una rapidez hasta hace muy poco tiempo inimaginable.
Las reglas de juego conocidas cambian, desaparecen ventajas inveteradas, aparecen sustitutos y competidores insospechados: todo lleva a elegir bien aquello en lo que podemos ser diferentes y aportar algo único, o mejor aún una experiencia única. Son las reglas de juego de la nueva sostenibilidad.
Plazas ofertadas
Coordinación: Miguel Ángel Martín Cárdaba
Secretaría Académica: María José Valero Estarellas
Línea 1: Oportunidades y vulnerabilidades de una sociedad más abierta
Coordinador: Ana Cancela Vallespín
Álvaro Luna García – Ver perfil
Beatriz Feijoo Fernández
Carmen Fuente Cobo – Ver perfil
Ernesto Villar Cirujano – Ver perfil
Gabriel Rubio Valladolid
Jaime Rodríguez Arana
Javier Fernández del Moral
José Antonio Irisarri Núñez – Ver perfil
Julio Montero Díaz
Luis Núñez Ladevèze
Miguel Ángel Martín Cárdaba – Ver perfil
Miguel Ángel Poveda Criado
Patricia Lafuente Pérez – Ver perfil
Rafael Carrasco Polaino
Línea 2: Los nuevos derechos de las personas y la personalidad artificial
Coordinador: Alejandro Canónico Sarabia
Borja Adsuara Varela – Ver perfil
José María Ortiz Ibarz
Juan Manuel Burgos Velasco – Ver perfil
Juan Gil Plana
Jaime Rodríguez Arana
María José Valero Estarellas – Ver perfil
Rafael Navarro Valls – Ver perfil
Santiago Leyra-Curiá – Ver perfil
Línea 3: Los cambios en las formas de aprender y de relacionarnos
Coordinador: Consuelo Martínez Priego
Álvaro Muelas
Ana Cancela Vallespín – Ver perfil
Antonio Lucas Marín
Consuelo Martínez Priego – Ver perfil
Gloria Gratacós Casacuberta – Ver perfil
Javier García-Verdugo Sales
Josú Ahedo Ruiz
Luis Núñez Ladevèze
Miguel Ángel Latorre Guillem
Miguel Ángel Martín Cárdaba – Ver perfil
Rafael Carrasco Polaino
¿Cómo se asigna el Director de mi tesis doctoral?
Una vez admitido al Programa de Doctorado, a cada doctorando le serán asignados por la Comisión Académica un director y un codirector de tesis doctoral, uno de los cuales asumirá también las funciones de tutor del doctorando. Se atenderá para ello a las preferencias expresadas por el candidato en la entrevista de admisión, aunque la decisión final corresponde únicamente a la Comisión Académica. La designación deberá hacerse en un plazo máximo de tres (3) meses desde que el doctorando haya formalizado la matrícula.
Para poder actuar como Director de una tesis doctoral la Universidad Villanueva exige que el profesor cuente con al menos un sexenio de investigación vivo y tenga experiencia en la dirección previa de otras tesis doctorales. La Comisión Académica designará al Director y Codirector de la tesis de entre los profesores vinculados al Programa de Doctorado en Sostenibilidad de la Sociedad Digital que reúnan las condiciones para figurar de una u otra manera y cuyas líneas de investigación se enmarquen dentro de las tres líneas definidas para el Programa de Doctorado.
También se podrá designar a profesores de otras universidades sin vinculación con el programa de doctorado, si así es solicitado por el doctorando y autorizado por la Comisión Académica una vez evaluados los méritos y conexión con las líneas propias de programa.
Para poder cursar un programa de doctorado, el RD 99/2011 establece que los candidatos deberán reunir alguna de las siguientes condiciones:
Los alumnos que no hayan cursado dentro de sus titulaciones de origen los créditos de formación investigadora que se mencionan en los apartados anteriores deberán cursar el Título de Experto Universitario en Investigación y Análisis de la Sociedad Digital, título propio que la Universidad Villanueva de 18 ECTS, de los cuales 12 corresponden a asignaturas del ámbito de las metodologías de la investigación en ciencias sociales y el resto a materias relacionadas con los conceptos de sociedad digital y sostenibilidad.
Este título está orientado a dotar a los candidatos del programa de doctorado de los conocimientos y competencias necesarias para iniciar su trayectoria doctoral en el supuesto de que no reúnan las condiciones de formación investigadora exigidas en el perfil de admisión preferente. La Comisión Académica del Programa de Doctorado podrá convalidar la formación equivalente a este título de experto o a alguno de sus módulos, cursada por un candidato en otra Universidad.
La Universidad Villanueva atenderá a los siguientes criterios en el proceso de admisión:
El perfil curricular de sus estudios previos | 40% |
El expediente académico y nivel de reconocimiento de la institución de procedencia | 30% |
La experiencia profesional e investigadora relevante y acreditada dentro de las líneas de investigación incluidas en el programa de doctorado | 30% |
Para este programa de doctorado no existe ningún tipo de prueba de acceso especial que el solicitante deba realizar. No obstante, la Comisión Académica del Programa de Doctorado se reserva la posibilidad excepcional de requerir una entrevista personal con algún estudiante para aclarar o comentar cualquiera de los criterios de valoración y selección anteriores; en especial, aquellas relativas al nivel mínimo de lengua española en el caso de estudiantes de habla no española.
Tasa de inscripción | 475 euros | |
Tutela académica del curso 24-25 | 2.750 euros |
Para garantizar que el acceso y seguimiento del Programa de Doctorado quede abierto a los alumnos con mayor capacidad de aprovechamiento con independencia de sus condiciones económicas de origen, se han previsto los siguientes tipos de ayudas:
Cada año se concederán 2 becas a alumnos de dedicación a tiempo completo cuyo objetivo será cubrir el coste total de las tasas académicas anuales. Para más información véase la normativa de becas del doctorado.
La Universidad Villanueva, en su compromiso por la formación y desarrollo de sus doctorandos, tiene como objetivo primordial la promoción de la movilidad tanto nacional como internacional. Gracias a la acción de mecenazgo del Banco Santander, y en virtud del vigente Convenio de Colaboración entre esta entidad y la Universidad Villanueva, se apoya la movilidad de los doctorandos del Programa de Doctorado en Sostenibilidad de la Sociedad Digital mediante la concesión de ayudas económicas para estancias breves de carácter nacional e internacional.