En los últimos lustros la fotografía de moda se ha situado en el punto de mira de numerosos estudios del ámbito académico. Un tema que se ha vuelto esencial por el desarrollo de la cultura a través de internet y sus diferentes plataformas, donde la sobreabundancia y la gratuidad han hecho posible un acceso cada vez mayor a las imágenes, con su inmensa posibilidad de producción, reproducción y goce estético.

Desde perspectivas metodológicas, el carácter interdisciplinar de los estudios históricos y teóricos de la fotografía han desbordado los puntos de vista tradicionales sobre la imagen, apuntando hacia enfoques nuevos que hacen necesario seguir profundizando en el dialogo académico de la fotografía de moda. Los primeros estudios proceden del estructuralismo y de la semiótica, y podemos decir que es la obra de Roland Barthes El sistema de la moda (2003), donde se inicia este interés por la imagen y

los textos de las revistas de moda. Más adelante, se emplearon nuevos métodos de análisis procedentes de ámbitos y campos diferentes. Cabe destacar el número de Fashion Theory, editado por Carol Tulloch (2002), donde queda de manifiesto que la imagen de moda tiene una función creativa por sí misma y no únicamente comercial y, por lo tanto, actúa como generadora de ideas.

Sin lugar a duda la fotografía de moda tal y como la entendemos hoy en día, es deudora de grandes fotógrafos que han marcado una impronta y un modo de hacer, a través de sus códigos estéticos. Para Noris y Cantoni (2022) Edward Steichen, Helmut Newton, Irving Penn, Annie Leibovitz, Peter Lindbergh, Mario Testino, Steven Meisel, David Lachapelle son algunos de los pilares sobre los que se asienta el legado cultural y el imaginario visual de la moda del siglo XX.