10 Dic 2018 La Chocolatada Solidaria de Villanueva, contada por los alumnos
El pasado 22 de noviembre, Día de las Personas Sin Hogar, Villanueva Solidaria la Chocolatada Solidaria enmarcada en la iniciativa #HazmeVisible de FACIAM; en ella participaron como voluntarios alumnos de la universidad, en particular 1º de Publicidad, y su coordinadora, la profesora Marisa Sarget.»Una especial mención a los alumn@s de Villanueva, fantásitc@s, que nos brindaron el chocolate con churros, y además nos ayudaron mucho en el desmontaje. ¡Esperamos que nos veamos en la siguiente edición¡», destacaron desde la organización de la jornada.
Los propios alumnos participantes cuentan lo que supuso para ellos participar en esta iniciativa solidaria:
Marta Pintos: Esta experiencia me ha demostrado que con un simple detalle y poniéndole amor y cariño puedes hacer feliz a más gente de la que crees. La chocolatada me encantó, es algo que no me importaría repetir.
Isabel Espirito-Santo: Sin duda, la alegría y la felicidad no la da el dinero, sino la compañía y la gente que te rodea y te quiere.
Iria Oriol: Ser solidario implica recibir algo mucho más grande de lo que das.
Sofía Zamora: La felicidad que produce el dar es mucho mayor que la que produce el recibir.
Sofía Avilés: Me ha encantado la experiencia de poder ayudar a los demás con toda nuestra colaboración. La frase que para mí significa esta gran experiencia que he vivido es: por más dinero y cosas que tengas no eres feliz, la felicidad esta en los pequeños detalles y en saber apreciar la vida que tenemos.
Isabel Martínez Alonso: Me he dado cuenta de lo afortunada que soy de tener un sitio cómodo y agradable en el que vivir. Quizá no lo pienso tan a menudo cómo debería.
Eva Páramo: Valorando las pequeñas cosas conseguimos ratitos de felicidad.
Sara Hidalgo: Esta experiencia para mí ha supuesto salir durante un rato de mi burbuja de felicidad en la que estoy últimamente, para ver lo que es de verdad sufrir por algo como es vivir en la calle.
Anna Gabriela Morales: Me encantó la chocolatada y creo que podría definirlo con una frase que repetía en mi cabeza a lo largo de la tarde:
Hay miradas que expresan necesidad y sonrisas que dan las gracias. Mil gracias por la oportunidad.
Alejandra Toquero: Creo que este tipo de actividades tendrían que ser obligatorias e todas las universidades, te abren la mente y te ayudan a crecer personalmente. Nos hace ponernos en el lugar del otro en primera persona, y creo que eso es algo indispensable. Yo, personalmente, me lo he pasado súper bien y me gustaría repetir todas las veces que se pueda.
Paula García-Conde: Te tratan como si fueras de los suyos sin apenas conocerte.
Ana Cantero: Cuando uno hace voluntariado recibe mucho más de lo que da.
Jaime Liébana: Acercarnos a gente desfavorecida nos permite comprender y ver de primera mano la situación en la que se encuentran muchas personas de nuestra propia ciudad, y en estos eventos solidarios, podemos ayudarles y contagiarnos de la alegría que les generamos con muy poco. Muchas gracias por la organización e impulsarnos a este tipo de cosas.
Sara Arroyo: A mí me ha encantado la experiencia. Es algo tan sencillo y a la vez lo hacemos tan poco… Muchísimas gracias por ofrecernos esta oportunidad.
Alejandro Barrera: Satisfacción por sacar sonrisas a personas sin hogar.
Javier Escrivá De Balaguer: La ayuda es para ti.
Lucía Zumárraga: Ha sido una experiencia que me ha ayudado a ponerme en la piel de los demás y así recapacitar sobre mi vida, queriendo a partir de ahora dar importancia a las cosas pequeñas que son las verdaderamente valiosas.
Federico Oriol: Este proyecto ha sido espectacular, y estoy muy orgulloso de pertenecer a una universidad que hace estas cosas. Espero que haya muchos más días como estos porque de verdad he aprendido a valorar mucho más lo que tengo y he conocido a gente maravillosa. También creo que estas cosas son las que unen de verdad a una clase. Gracias por el día de hoy.
Belén Cases: La chocolatada me ha hecho darme cuenta de lo feliz que se puede hacer a una persona simplemente dándole un vaso de chocolate caliente, además también me he dado cuenta de lo afortunada que soy y de lo agradecida que tengo que estar por tener todo lo que tengo ya que la mayoría de las veces no lo valoro lo suficiente.
Claudia López: La experiencia de la chocolatada me ha enseñado que hay veces que es necesario vaciarse para recibir.
Silvia Navarro: Me ha servido para darme cuenta sobre todo de lo mucho que tenemos y de la suerte que hemos tenido a la hora de la verdad. No todos han tenido esa suerte y me ha hecho darme cuenta de que ayudar es lo mejor que podemos hacer porque no todos han tenido la misma suerte.
Mª del Mar Conde: La chocolatada solidaria me ha hecho reflexionar sobre lo que nosotros consideramos importante y lo mucho que nos quejamos por tonterías mientras que hay personas en la calle que no tienen nada. También me he dado cuenta de que tenemos la posibilidad de hacer felices a muchas personas con un simple gesto como el de repartir un chocolate caliente con una sonrisa.
Guilia Barbero: La de ayer fue una experiencia única, muy constructiva para nosotros y muy deseada por parte de todas las personas sin techo que han acudido a la “chocolatada” organizada por nuestra universidad. Hemos visto como un pequeño gesto fue capaz de devolver la sonrisa y la esperanza a muchas personas que desafortunadamente no gozan de todos los beneficios por los cuales nosotros nos consideramos privilegiados. Les hemos visto bailar, cantar, reírse, hemos visto sus ojos brillar de felicidad y esperanza.
Patricia García-Ovies: La chocolatada de ayer me hizo reflexionar sobre las carencias de estas personas y especialmente ahora de cara a navidad, me he dado cuenta de que tenemos que ayudar mucho a toda esta gente.
Belén del Villar: La verdad es que este voluntariado me ha dado mucho que pensar y he caído en la conclusión de: POBRES RICOS o RICOS POBRES. Yo creo que con tantas cosas que tenemos hemos perdido la ilusión ce cada cosa -como de comerte un churro, yo personalmente hubiese pensado que quería más en vez de disfrutar el que tengo, en cambio ellos estaban contentos con lo que le dabas sean galletas, churros o chocolate.
En ocasiones nos descentramos respecto a porque hacemos las cosas, la gente a la que hoy les hemos dado un par de churros y un chocolate, cegada por mis prejuicios me he sorprendido gratamente de lo simpáticos que eran, de lo educados que eran sobre todo que es lo más importante lo estaban pasando bien, tanto ellos como nosotras – al final ayudar a la gente siempre sienta bien- sobre todo cuando hemos bailado la conga y una señora se ha puesto a bailar sevillanas. Me ha encantado. Gracias.